Cristo nos mandó a ser la sal y la luz del mundo (Mateo 5 .13.16) La sal mejora el sabor, sirve para preservar y funge como antiséptico, la luz da dirección, aclara el entendimiento y evita los tropiezos y las heridas. Conforme la sociedad moderna se aparta más y más de Dios y sus principios más resalta la importancia de esta tarea y a su vez se vuelve más difícil, cada día más personas viven una vida vacía y cada vez menos receptiva a la sanidad que trae Jesús.

Los Cristianos tenemos disponible una herramienta valiosa para lograr en nuestras vidas el milagro de la vida eterna y esta explicado en (2 Pedro 1.19)
Tenemos...la palabra...a la cual hacéis bien en estar atentos como una antorcha que alumbra en lugar oscuro"
*Parte de este articulo corresponde a la Revista La Antorcha de la verdad
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Gracias por su comentario